GUSTAVE DORE

Gustave Doré ha sido calificado como uno de los artistas más prolíficos de todos los tiempos, siendo redescubierto en las últimas cuatro décadas, durante una explosión de libros dedicados a la mística y la fantasía. Es considerado 'el último de los románticos' por muchos especialistas, definición que no deja de sorprender, teniendo en cuenta que su trabajo como pintor, escultor y dibujante, es objeto de estudio hasta el día de hoy en diversas universidades y escuelas de arte. Un antecedente más que alucinante, casi tanto como su obra misma, es la cantidad de trabajos realizados, su versatilidad y dominio de técnicas. Aun cuando solo vivió 51 años, su pureza visual y su incesante visión creativa, son analizadas incesantemente en la actualidad.

En la biografía de Gustave Doré escrita por Nigel Gossling (1973, The Arts Book Society) se destacan varios aspectos sorprendentes. Para las estadísticas quedan los 221 libros (con más de 2000 ediciones en todo el mundo) que incluyen sus ilustraciones. Su legado gráfico se compone de 10.825 piezas, aproximadamente. Su talento innato se realza con el aprendizaje e incursión en escultura y pintura. Piensa en esto: Doré, de memoria fotográfica, realizó un dibujo por día, durante treinta años. Esa es la relación matemática de su prolífica carrera. Contribuyó con miles de ilustraciones, enriqueciendo cada uno de los libros que lucían su particular y original estilo de composición. Tuvo, además, un ligero acercamiento a la política en una etapa de su vida, desenmascarando a importantes figuras sociales por medio de sátiras devastadoras. También es considerado el maestro de la ilustración de aventuras. Su fuerza la constituyó el ámbito realista, en donde sus retratos y belleza de paisajes siguen ganando admiradores. Incursiona, con el mismo éxito, en el horror, la fábula y la ficción. Nunca tomó clases de dibujo, no tuvo estudios y nunca necesitó de modelos para pintar la figura humana. También es curioso que nunca se adentrara en paisajes naturales para representarlos.

Gran parte de la obra y vida de Doré puede encontrarse en las ediciones de ''Bud Plant Comics'', dividida en tres volúmenes, siendo 2 de ellos, exhaustivamente amplios. Estas recopilaciones se llevan a cabo por el experto en dibujo clásico, Dan Malan y se conocen como: ''Doré: A la deriva en sueños de esplendor'' y ''Gustave Doré: Su biografía''. El trabajo realizado por Malan es sumamente documentado. Analiza la historia y las diferentes disciplinas en las que Gustave demostró interés: acuarelas, retratos, oleos, escultura, etc. Otro libro que se recomienda bastante es el de Samuel Taylor: ''Tras la Huella de un Marinero'', mostrando con total claridad la fineza y el carácter hipnótico de los dibujos realizados en 1865.

Pero el libro más importante en relación a Doré, es el de Annie Rendnciat: ''Vida Y Obra'', de edición francesa. En ''Bud Plants Comics'' reconocen que el ejemplar de Rendnciat podría ser considerado como uno de los libros más importantes debido a la inclusión de obras (a color) que, actualmente, solo pueden ser vistas en museos de Francia. (Y a las que Malan nunca tuvo acceso).

En 1854, siendo apenas un veinteañero, Doré realiza en París una obra titulada ''L'Historie de la Sainte Russie'', serie épica de violentos dibujos desarrollados a partir de la historia de Rusia como nación. Ahí anticipó muchas de las técnicas usadas en la actualidad: las siluetas como reflejo de sus personajes, el uso de líneas para representar movimiento y la conjugación de planos y acercamientos. Créanlo o no, el dibujo de Gustave Doré no fue apreciado hasta 1865, con sus famosas ilustraciones de pasajes bíblicos, las cruzadas y las desarrolladas para Milton en 'Paraíso Perdido'.

Fue considerado tempranamente niño-genio, siendo su primer gran logro las ilustraciones para Gargantúa y Pantagruel (Rabelais) en 1854. Le siguieron los trabajos para Balzac, lo que aseguró su fama en el mundo de los ilustradores de la época. El maestro trabajaba en varios dibujos al mismo tiempo, pasando rápidamente de uno a otro. Personas que lo conocieron aseguraron que era un hombre que no descansaba. Admirador de la danza y la magia. Actualmente Gustave Doré es reconocido, entre otros trabajos, por las ilustraciones de ' El Quijote de la Mancha'', de Cervantes. La edición original, de 1863, contenía 377 piezas. La fuerza impactante de su obra se reafirma con los dibujos realizados para El Infierno de Dante, trabajos de verdadera catarsis emocional y creativa.

Doré nace en Strausbourg en 1832. Fue apegado a su madre y exageradamente mimado por ella. Su muerte marcó la vida del artista en 1811. Nunca contrajo matrimonio y no tuvo hijos. Siempre buscó que la escena en París reconociera en él a un verdadero artista del cual enorgullecerse. En su juventud fue una persona de energía inagotable, pero sufría de asma y a los 40 años se le diagnosticó un problema cardíaco. En sus últimos años de existencia se dedicó a realizar escalofriantes representaciones y bocetos de dibujos en los que clamaba por una justicia social que nunca llegó. Muere de un ataque al corazón, en 1883, a la edad de 51 años.