Tuesday 12 April 2016

Aokigahara, el bosque de los suicidios

Este bosque es considerado uno de los más malditos y peligrosos de la tierra. Cada año cobra por lo menos 100 vidas humanas y nadie sabe porque las personas que visitan este bosque tienen unos irrefrenables deseos de suicidarse.

El bosque de Aokigahara se encuentra en la base del monte Fuji. El bosque tiene una asociación histórica con demonios de la mitología japonesa, habiendo poemas de 1000 años indicando que el bosque está maldito. Es un lugar único sobre la faz de la tierra. Está llena de cavernas rocosas muy frías, y el bosque de por si es bastante tétrico. El bosque es tan tupido que por los cambios de presiones no corre viento. Es tan denso que la luz del sol no llega al bosque, dándole un tono grisáceo muy frio. La fauna no va a vivir a esa zona, es decir, los animales no existen a pesar de que hay árboles que dan frutos. Solo existen unas pocas especies de insectos que se atreven a vivir allí. El paisaje te ofrece un estado de profunda depresión como si fuera una pesadilla. En este bosque no solo se suicidan aquellos que van con la idea clara de suicidio, se dice que algunos, solo por el hecho de entrar como turista o curiosidad, han terminado quitándose la vida. Esto se debe a la tremenda carga negativa que tiene este lugar. De hecho, una de las cosas que llama la atención, es cuando uno se adentra a este bosque en que muchos de los arboles a su alrededor tienen cintas de color. Esto lo hacen para encontrar el camino de vuelta, ya que es muy fácil perderse. Año a año la policía se adentra a este bosque para encontrar y sacar los cuerpos muertos tirados en el bosque…y todos los años encuentran. Más de 100 cuerpos descompuestos, esqueletos que llevan décadas muertas y una serie de artículos como ropa que eran parte de la persona. La mayoría de los suicidios es por ahorcamiento. Muchos dejan notas de suicidios diciendo que todo lo que les ha pasado en la vida han sido cosas malas. El nivel de frialdad, decisión y rito de escribir una carta para que algún día sea encontrada, al igual que los restos que aun queden a la vista, es algo espeluznante que no se puede comprender.

Separando el mito de la realidad, se han hecho todo tipo de documentales y estudios que dicen que sin lugar a duda el lugar está cargado. Esta maldito. Esto no es como entrar a un cementerio que ha sido elegido y bendecido por la religión correspondiente. Las personas en un nivel de enorme tristeza son influenciadas por la energía maligna del lugar o por el magnetismo negativo que tiene el bosque para quitarse la vida.

Esto partió en el siglo 19 cuando una gran hambruna azoto al Japón feudal. Los soldados japoneses levaban a las personas moribundas o enfermas a ese lugar. Las familias más pobres abandonaban a su suerte a los niños y a los ancianos que no podían alimentar. Entonces desde ese momento se convirtió en una especie de cementerio improvisado donde las personas morían y se descomponían. Surgieron historias que afirmaban que el bosque estaba encantado por los fantasmas de los que allí murieron. Sin embargo esto nunca paro, y personas de todas las edades, principalmente hombres, van a cometer suicidios en ese lugar.

Existen varias teorías de porque el bosque de Aokigahara es un lugar único para los suicidios. Su fama de lugar de lugar de suicidio se deba a que en 1960 se publicó la novela Kuroi Jukai (El mar oscuro de árboles) de Seicho Matsumoto. Una historia de amor que trata de un joven que trata de buscar su amor, pero su condición y todo a su alrededor se lo impiden. Finalmente este joven elige este bosque y comete suicidio. Tal parece que los japoneses engancharon con esta novela, y además de saber la historia pasada de este bosque, eligieron este bosque para sus suicidios.

Otra teoría dice que el autor Wataru Tsurumi, en su libro “El completo manual del suicidio” de 1993, recomienda este bosque como un lugar idóneo para quitarse la vida. El autor escribió un manual, perversamente detallado, sobre como cometer suicidio. En este libro se explican métodos como sobredosis, ahorcamiento, auto-defenestración, cortarse la muñeca y la arteria carótida, choque en auto, envenenamiento por monóxido de carbono, electrocución, ahogo, inmolarse, congelamiento, etc. También explica las consecuencias, es decir, cuál de los métodos es más doloroso, cual dura menos tiempo, o con cual mueres sin siquiera darte cuenta. Este libro está prohibido por el gobierno japonés porque muchas personas lo utilizaron como un manual para cometer suicidio. El vínculo de este libro con el bosque Aokigahara es que en uno de sus capítulos el autor recomienda quitarse la vida en el bosque maldito. Él lo describía como una obra de arte quitarse la vida en el bosque Aokigahara.

La tercera teoría corresponde a que en Japón, a diferencia de la cultura occidental, no es un pecado quitarse la vida. Están los kamikaze, el rito del sepukku o harakiri, que son una idea de conservar el honor. Aquella persona que cree que ha ofendido el rito de la vida, el hecho de suicidarse podría tratarse de una forma de enmendar los pecados. Es algo que no existe en Japón actualmente, los únicos que lo conservan son los mafiosos de crimen organizado llamado Jakusa. Esto termino con el comienzo del periodo Meiji, que estaba a favor de la existencia de la vida propiciado por los monjes budistas zen. El último que lo hizo fue el escritor Yukio Mishima que se suicidó frente al palacio de gobierno con la intencion de recuperar ciertas tradiciones de la cultura nipona.

La cuarta teoría es la llamada enfermedad de Hikikomori. Es una enfermedad social de aislamiento aguda que consiste en que personas de cualquier edad se encierran sin salir de sus casas. No se atreven a gritos en colocar un pie fuera de la puerta de salida. Aun no se sabe bien a qué viene este frote psicótico, pero muchos les han echado la culpa a que estamos viviendo en una sociedad fría, distanciada y muy tecnologizada. De alguna manera ellos logran a través de sus computadores pedir comida a domicilio. No soportan a nadie viviendo con ellos. Acumulan basura en sus cuartos porque no tienen como echarla fuera, y ordenan los diarios y las revistas para poder moverse dentro del lugar. Pero en algún momento de sus vidas deciden abandonar sus casas, pero solo con la intención de suicidarse. La vida a adquirido tal nivel de peso existencial que ya no lo soportan y deciden ir a este bosque maldito para acabar con sus vidas. Actualmente en Japón, jóvenes que van desde los 21 hasta hombres adultos de 40 años, existe casi un millón de personas que viven dentro de esta aguda crisis existencial y que miran a este bosque como la única salida a este mal de la cual no hay medicina ni tratamiento alguno. Japón tiene una de las tasas más elevadas de suicidios en el mundo. La mayoría de los suicidios son de jóvenes que no pudieron entrar a la universidad, y al no poder responderles a sus padres por toda la inversión colegial que hicieron por él, van a este bosque maldito a terminar con su vergüenza. 

Existe un cartel que lo tuvo que poner el gobierno japonés para poder tratar de disminuir la cantidad de suicidios que año tras año llegan hasta las 100 víctimas. El letrero dice: “pensemos una vez más en la vida que te fue dada, tus padres, tus hermanos y hermanas, y los niños. No sufras solo, antes, contacta a alguien”. Hay un número telefónico en caso de que varios de los que se adentran en este bosque reflexionen sobre sus acciones antes de quitarse la vida. Junto con el puente Golden Gate de San Francisco, este bosque es uno de los lugares preferidos para los suicidios.

La película “The Forest” está inspirada en este bosque japonés dando a conocer a los occidentales el conocimiento de este lugar de suicidio. Esta película podría activar un turismo bastante tétrico. Este bosque es bien conocido por los japoneses, pero con esta película se teme que los extranjeros, ajenos a la cultura nipona, pueden ser víctimas de este bosque maldito.
 


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